Ella es una de las estrellas porno más buscadas de Japón, pero muchos desconocen el lado oscuro del mundo de la pornografía en Japón. Saki Kozai es una de las primeras en dar a conocer y exponer a esta industria que engaña y amenaza a las niñas a producir más películas XXX. Saki Kozai contó lo difícil que fue para ella iniciarse en el mundo de la industria pornográfica . Ella firmó un contrato pensando que trabajaría como modelo y en videos promocionales.
En su primer día de trabajo, Saki Kozai descubrió que no eran promocionales ni una agencia de modelos. La solicitud fue explícita: que tengo sexo frente a las cámaras. De repente, se dio cuenta de que había caído en las garras de la pornografía forzada, como muchas otras. “No podía quitarme la ropa. Todo lo que podía hacer era llorar”, recuerda Saki Kozai. Negarse, sin embargo, no era una opción . La producción la manipuló al extremo para que no tuviera una posible filtración. “Había alrededor de 20 personas a mi alrededor esperando. Ninguna mujer podía decir que no en tal situación”, dijo Saki Kozai.
Una historia real sobre sexo y porno
Saki Kozai, ahora de 30 años, sale de las sombras para denunciar el abuso y el engaño de la industria XXX. La mayoría, de entre 18 y 25 años, desconoce los contratos legales y está bajo presión para aceptar pedidos. Saki Kozai, una modelo convertida en actriz porno, se volvió adicta a las pastillas tranquilizantes, necesarias para aliviar su ansiedad . Además, la agencia la convenció de cortar los lazos con su familia para enfocarse en su carrera. Un camino que, además, dura solo unos pocos años, ya que los encargados los descartan rápidamente, prefiriendo mujeres más jóvenes y más novatas.
“Me lavaron el cerebro. Ya no podía tomar decisiones racionales”, dice Saki Kozai. Aunque logró romper su contrato con la agencia y demandarla por el tratamiento que recibió, ella continúa trabajando como actriz pornográfica en su tiempo libre.
Uso adecuado, consecuencias apropiadas
Un informe de la ONG Human Rights Now enumeró las técnicas sucias utilizadas por agencias y reclutadores. Las víctimas, a quienes se les promete una vida llena de lujo y fama, a menudo son amenazadas con demandas millonarias después de firmar contratos con palabras poco claras. Además, tienen la seguridad de que no podrán encontrar trabajo fuera de la industria del entretenimiento para adultos. Uno de los casos que ganó notoriedad fue el de una mujer que se sometió a varias operaciones estéticas para escapar de su pasado y planeó emprender acciones legales para detener la difusión de sus videos, pero se suicidó abrumada por la depresión .
Por supuesto, el sexo y la pornografía deben canalizarse de manera saludable o pueden convertirse en un problema, por lo que desde aquí recomendamos que todos tengan cuidado con los riesgos del sexo, ya que debe ser motivo de disfrute y nunca al revés. .